REFLEXIONES DE TARDE DE DOMINGO

Es curioso la cantidad de información que se puede obtener de un entorno simplemente con un paseo tranquilo un domingo por la tarde.

Recorriendo sus calles a paso lento, podemos observar con detenimiento los lugares por los que transitar no es tan fácil como parece y que solo haciendo camino se puede llegar a descubrir.

Encontramos así, calles con excesiva pendiente, como la calle Berlín, manzanas de viviendas excesivamente grandes que par una persona con movilidad reducida son imposibles de rodear o muros que ofrecen límites que en algunos casos no serían necesarios.

Aunque claro, también está el lado bueno de las cosas, y el uso propio que los vecinos hacen de su barrio.
Por todas partes encontramos personas disfrutando, cada uno a su manera, de lo que le rodea.